HERMOSO PAÍS.

HERMOSO PAÍS.
El SUR...

In lakésh

- ¡In lakésh, Tohil Kin!

Los jóvenes se juntan en un abrazo profundo, fuerte y eterno. Suspiran y  se van uniendo en un ritmo sublime. Tohil Kin siente por primera vez, que hay un tiempo dentro del tiempo, tal como le había enseñado su maestro. En otra dimensión está la guerra entre hermanos, en otro lugar ocurren las muertes y la destrucción de los templos. Kiné sabe que éste es el momento de ellos dos, instante único e irrepetible que envuelve sus corazones. Los dos sienten que la vida es la continuidad del movimiento, con sus dolores y sufrimientos y que tarde o temprano los dioses impulsan los encuentros. Los ojos se buscan, se acarician, se reconocen. Los labios se juntan, se separan y vuelven a juntarse. La piel se enciende y activa las sensaciones, las caricias lentas que envuelven a las dos almas. El amor es circular. Parecen estar solos en el lugar, sin otra realidad que la de sus propias imágenes frente a frente.

-         Creí que nunca te iba a volver a ver- dice Tohil Kin.
-         Yo siempre te veo. Siempre te quiero ver.
-         A partir de hoy, ya no nos separaremos más, pase lo que pase estaremos juntos.

Esto es otro tipo de magia, una dimensión distinta donde confluyen latidos gemelos. Aquí no son necesarias las pociones ni las palabras, tampoco los rituales. Los corazones danzan lentos, con ese placer de los movimientos amorosos de los amantes. Por alguna razón, los dos reviven el momento en que se conocieron, la mañana de un día mágico.
............................................

Fragmento de una novela escrita por un amigo.....