La Vida ES. Si puedo entrar con más conciencia, con apertura, si puedo mirar para atrás y ver lo que se repite una y otra vez, tal vez la próxima pueda tomar mi responsabilidad y dejarme de pensar en lo malos que son los otros o que yo misma tengo la culpa de que otra vez me pase lo mismo. No es lo que pasa, sino cómo eso que pasa me afecta a mí. No es cuestión de echarse culpas, sino de enfrentar los desafíos. ¿Qué son los desafíos? Son posibilidades de aprendizaje.
- Cada vez que decido reaccionar en lugar de observar lo que siento.
- Cada vez que miro a otro lado cuando tengo que decidir algo.
- Cada vez que me callo cuando podría hablar de lo que me sucede con esa situación concreta.
- Cada vez que no me responsabilizo de mis acciones, de mis dichos, de mis silencios...
Sólo si comprendo que la Vida me muestra de múltiples formas lo que no puedo comprender, el aprendizaje que no puedo enfrentar y dejo de echar culpas y de culparme... Y dejo de acusar y de acusarme... Y sólo me detengo un instante, cambio de perspectiva, presiento o sé en algún rincón de mi Ser que la Vida trata de mostrarme algo ... tal vez algo cambie y comience a comprender.