El Duelo

A veces no podemos seguir adelante después de una pérdida dolorosa. Es necesario realizar el duelo, y es muy necesario... No es voluntario ni depende de una decisión interna. Lo que sí puede ser una decisión es: hacer el duelo o vivir en duelo a partir de esa pérdida. Y pérdida no es sólo la partida de un ser querido hacia otros mundos sutiles, también lo es un divorcio, a veces la partida de un hijo al extranjero o al interior... a veces también lo es el mudarnos, aunque sea a una casa nueva, más bonita y cómoda: la casa de nuestros sueños. Pero allí no podemos llevar nuestros vecinos, nuestras paredes pintadas por los hijos cuando eran pequeños, la mancha de humedad que tantas imaginaciones nos produjo... La vida ES cambio, adaptación a nuevas circunstancias, pero no es sólo un dar y dar vuelta de páginas, sin tomar consciencia, mientras los años pasan... es más, mucho más... "... se trata de reconocer que el duelo o la pérdida permitió hacer cosas no posibles de encarar en la antigua situación, como desarrollar un talento oculto, acceder a responsabilidades, aprender cosas nuevas." Cuando hemos realizado el duelo, hemos reconocido el momento doloroso y lo hemos incorporado a este nuevo estado actual de nuestra vida, estamos en paz con ese momento doloroso, podemos evocarlo sin exceso de emoción. "Vivimos-revivimos, en el aquí y el ahora, y lo que ocurre hoy es más importante y tiene más resonancia que el pasado. El presente se vuelve viviente en un "ir y volver", en un movimiento que abre el horizonte..." "Si renace una esperanza, si se dibuja un nuevo proyecto, la persona será capaz de percibirlo, de adherirse, de proyectarse y de hacer de ello algo muchas veces útil para los demás." (Extraído de "La importancia del duelo" de A. A. Schützenberger).