Nuestra Madre Tierra se sacude y sufre
y nuestros hermanos que se hallan cerca
de zonas expuestas
quedan atrapados en esta energía.
No sólo en el polvo y los escombros
de lo que un día fuera
sus propias viviendas,
sino que las almas de los que murieron vagan olvidadas,
no perteneciendo más a nuestro plano,
y no comprendiendo que del otro lado
los ángeles buenos están esperando
que acepten partir
hacia esos planos distintos al nuestro
donde el sufrimiento será trascendido.
Están olvidados de sus decisiones.
Ven a sus familias llorando y buscando
entre los escombros sus cuerpos maltrechos.
Nosotros, hermanos ,
Demos nuestra ayuda, orando por ellos
para que los ojos del alma se abran
y acepten partir,
que del otro lado,
benditos hermanos
que ya se inmolaron
aun sin recordar que hubo un acuerdo
estarán velando por los que quedaron
para iluminarlos.
Que no sea en vano tanto dolor
que es parte del proceso que transita el mundo.
Mover energía, liberar tensiones ,
porque nuestra Gaia ya no las resiste.
No hay otro camino
y hay que aceptarlo
porque ya es un hecho.
Pero mis hermanos
Esto no resuelve los temas primarios:
Necesitan ayuda los que se quedaron.
Cada uno sabe lo que está a su alcance.
Tendamos la mano con ropas, cobijas,
alimentos o medicamentos.
En tu corazón están las respuestas:
tan sólo, escucharlo…