El amor es la energía
que sostiene al Universo.
Todo lo manifestado
se sustenta en el AMOR.
Encontraremos caminos,
diferentes, cada uno
según lo pueda sentir
para expresar el amor
de una forma individual…
Algunos en el camino
encuentran su expresión plena
en poder amar a Dios.
Algunos de otra manera
ponen toda su energía
en el amor personal
En amar a una pareja,
un hombre o una mujer
que de algún modo refleja
o completa nuestro ser…
Otros nos encaminamos
a reconocer
que también dentro nuestro
hay amor para brindar,
recuperar los espacios
que no pudimos llenar
con el amor de los padres,
figuras de autoridad,
las heridas que llevamos
y que podemos sanar…
Tal vez estos tres aspectos
juntos puedan realizar
una sincronía perfecta
que nos pueda demostrar
que uno sin el otro no puede
realizarse en plenitud.
Amar a Dios
como cada uno
encuentre en su corazón
que le da la fortaleza
y a poder sentir la unión
y la certeza que todo
tiene algún sentido oculto
que lleva a la perfección.
Y cuando, llenos de amor
podemos recuperarnos
de aquellas viejas heridas
que tanto daño nos hacen
a veces con mucha pena
y otras con la depresión
que inunda nuestro presente
sin tener una razón…
Amar a nuestro niño
que se oculta en lo interior,
rescatarlo, comprenderlo
brindarle todo el amor…
Recién entonces quedamos
preparados para amar
a la persona que viene
a compartir con nosotros
esta parte del camino
dándonos todo el amor,
y nosotros retribuirlo
con el corazón en calma
conectado al interior
de nuestro corazón pleno
y a lo inmensa que es la vida
cuando la sostiene Dios.