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Voy dentro de mi... y me descubro... Abro los ojos y puedo centrarme en este momento, aquí y ahora, contigo, que compartes mis escritos: Te veo, te reconozco y te doy un lugar en mi corazón. Ahora sé que lo que veo en ti, también es mío (me guste o no...). Gracias por haber llegado aquí.
Malestares (parte 2)
Podemos reconocer que hay distintos grados de manifestación de enfermedades y síntomas: desde una pequeña molestia hasta una dolencia que me lleve en poco tiempo a un desenlace fatal (muerte, invalidez física emocional o mental), o procesos muy largos, habitualmente llamado enfermedades crónicas.
Podemos mirar a esos síntomas o enfermedades como algo que sucede arbitrariamente, azarosamente, asociarlas a nuestro destino, y desde allí tomamos una actitud defensiva (me atacó esta dolencia… porqué a mí…voy a luchar con todas mis fuerzas…) o acudimos al médico para que nos alivie este síntoma con medicamentos o tratamientos de todo tipo (a veces más agresivos que la propia enfermedad).
Lo que quiero mostrar hoy es que, además de estas posibilidades, hay muchas otras formas de “mirar” el síntoma o la enfermedad que pueden ser mucho más enriquecedoras y que nos pueden ayudar en nuestro autoconocimiento (si este es nuestro interés actual) o a descubrir aspectos nuestros ocultos a nuestros ojos, o pueden proponernos tomar estos “signos” como posibilidades de aprendizaje del alma.
Nosotros percibimos el mundo a través de nuestro propio sistema de creencias que se fue generando ya desde el vientre materno con los impulsos que recibimos de nuestra madre, en nuestra niñez, donde aprendemos a ver el mundo tal cual lo perciben nuestros padres, y vamos agregando limitaciones paso a paso con cada experiencia que la vida nos da. También es nuestro sistema de creencias el que hace limitar nuestras expectativas del mundo a lo que “podemos esperar”, siempre a través de estas mismas limitaciones.
Eric Rolf “La Medicina del Alma”:
“Todas las creencias son, en cierta manera limitaciones a la realidad. Una creencia es conflictiva cuando se manifiesta con frecuencia a la hora de afrontar tu vida.
La importancia de esas creencias es que nos impiden expresar a una parte nuestra que se queda reprimida, esa parte nuestra inaceptada es la que se manifiesta más tarde a través de un síntoma físico o enfermedad.”
En este libro hay un listado de Metáforas enfermedades o síntomas con su significado y un Listado de los órganos externos de los pies a la cabeza con una relación a qué nos estaría mostrando una dolencia en esa parte de nuestro cuerpo.
Louise L. Hay “Sana tu cuerpo”
“Aquí mismo y ahora, en nuestras propias mentes, está nuestro poder. No importa cuánto tiempo hayamos tenido pautas negativas, o una enfermedad, una mala relación, apuros económicos u odio a nosotros mismos: podemos comenzar a cambiar hoy. Los pensamientos que hemos albergado y las palabras que hemos empleado repetidamente han creado nuestras experiencias hasta este momento. ….Lo que escojamos pensar y decir hoy, en este momento creará el mañana y el pasado mañana, la semana que viene, el mes que viene y el año que viene. La efectividad del poder está siempre en el momento presente.”
En este libro hay un listado (por orden alfabético) de Malestares y causas probables y a su lado la s Afirmaciones sanadoras correspondientes.
Dahlke y Dethlefsen “La enfermedad como camino”
“El ser humano sigue pues engañado por un espejismo: cree en la imperfección del mundo y no se da cuenta de que sólo su mirada es imperfecta y le impide ver la totalidad…. La enfermedad siempre ataca al ser humano por su parte más vulnerable, especialmente cuando él cree tener el poder de cambiar el curso del mundo. Basta un dolor de muelas, una ciática, una gripe o una diarrea para convertir a un arrogante vencedor en un infeliz gusano. Esto es precisamente lo que nos hace tan odiosa la enfermedad.”
Propone un Método de interrogación profunda y tiene un conjunto de descripciones de distintas enfermedades y su significado, y al final de cada capítulo un cuestionario para profundizar más en el tema.
Aquí hay un esbozo de distintas miradas y siento que no son excluyentes, sino que podemos integrarlas. Hay parte de verdad en cada una, el complemento de esa verdad la sabe nuestra Alma. A veces algún dato nos conmueve o nos duele o nos enoja, y el hecho de que nos movilice es señal de que algo nos está mostrando…