Lo que importa del pasado
son las huellas que dejó,
los caminos que mostró
lo que enseñó a superar.
La vida no es el pasado
aunque él nos esté mostrando
mil formas de hacer caminos
que no pudimos saber
de no haberlo conquistado.
Hay que honrarlo como base
de lo que sabemos hoy.
Reconocerlo y amarlo
como parte de nosotros
porque sin él nada de esto
que estamos viviendo hoy
podría ser de igual forma,
ni similar, ni mejor.
Hay perfección en la Vida
Y todo lo que nos sucede
Tiene un motivo mayor.
Que no lo veamos nosotros
con nuestra mirada escasa
no significa que el Alma
que sabe mucho más,
no haya sido previsora
y nos diera todo
lo que íbamos a necesitar.
Cada momento es perfecto,
cada situación contiene
a todos los personajes,
que hacen su aporte a la obra
para que al final,
al llegar a su Destino
haya cumplido con creces
lo que eligió experimentar,
haya podido aprender
aquello a lo que ha venido
y en ese momento único
en que se cumple su sino
pueda irse
sin reproches
y con los sueños cumplidos.
Alegremente
cruzar el puente divino
que le lleva al otro lado
a continuar aprendiendo
en las otras dimensiones
otra vez en el Hogar,
recibido con ternura
porque se cumplió
todo lo que estaba previsto
o tal vez porque lo hiciera
mejor aún que lo esperado
al venir y comenzar…