Recuperar el pasado
con la energía que quedó,
como una espina clavada
en medio del corazón…
Poder ver las circunstancias
reconocer lo que fue,
aceptar lo que pasó
pues algún motivo hubo
algún motivo mayor.
Que no pudimos actuar
de una manera mejor,
ni yo, si el error fue mío
ni el otro que se equivocó…
Cuántas veces por juzgarnos
cargamos con nuestra culpa
como un pesado equipaje…
Otras veces por juzgar
también seguimos cargando
con nuestro resentimiento,
con odios o con rencor…
Y si podemos corrernos
de ese rol central que implica
que yo tengo la razón,
estaremos más livianos,
disfrutando de la vida,
ésta que vivimos hoy,
sabiendo que en el pasado
muchas cosas sucedieron
que tuvieron que pasar
que no podemos cambiar
los hechos que ya han pasado
pero sí nuestra mirada
sobre lo que aconteció.
Si aún permaneces anclado
en pasados de dolor,
ya no es dolor hermano,
sufrimiento te quedó,
y sólo soltándolo
volverás a ser libre,
a sanar tu corazón.
Puedes mirar hacia adentro,
conectarte con el hecho
que te produjo dolor
y decirle con amor
a ese que tú dañaste:
Lo siento, yo cometí ese error,
no pude actuar de otra forma.
Hoy lo comprendo
y por eso
te llamo a mi corazón
para soltar la energía
que se quedó entre los dos
anclándonos al pasado:
Te libero y me libero,
con amor y comprensión.
Si te sentiste dañado,
ofendido o atacado
por la vida o por los otros
qué pena, pero ya pasó.
Reconozco lo que es
(si no pudiste soltarlo
es presente en la herida
que muestra tu corazón)
pero me saco esa espina
y la entrego al Universo,
a Dios, a lo Superior
que hizo que esto sucediera,
esto que a mi me dañó,
y que ya no necesito.
¡Hoy soy libre
para empezar a vivir
con amor cada momento,
a disfrutar la alegría
de poder estar presente
y gozar de mi existencia,
plenamente, con AMOR!