A veces lo que sucede
es que hubo alguna vez
una pareja anterior
que nos dejó muchas huellas,
destinos de desamor
que se filtraron muy dentro
de nuestro corazón.
Y llevando las heridas,
ocultas dentro del pecho
nuestra energía emana
ese dolor y no puede
abrirse a un nuevo amor.
En ese caso cerrar,
integrar aquella historia
puede realizar el cambio
que estamos necesitando...
Nada de lo que pasó nunca
podrá ser modificado
pero sí puedo cambiar
mi actitud al recordar:
Tomo aquello como fue
lo reconozco y lo integro
muy adentro de mi ser.
Si provocó sufrimiento,
podré hoy reconocer
y sentirme bendecida
porque aquello terminó.
Y soy libre para hoy
recuperar la armonía.
Guardar aquella pareja
adentro del corazón,
pues algo sí que me dio,
algún momento vivimos
que dejó un aprendizaje,
o que me causó placer.
Si hubo algún juramento
que le hicimos por amor
es bueno reconocerlo
y cambiar esa energía
que aún me tiene atrapada
en aquella vieja historia.
Y si para asegurarme
de no volver a sufrir
me dije: "Nunca jamás
me volveré a enamorar"
hoy pago las consecuencias
de esta decisión interna
que apareció en un momento
de decepción o dolor.
Y también funcionará
como un juramento interno
que obra en mi realidad
haciendo que no aparezca
en mi vida actual el hombre
que esto pueda transformar.
Abrirme al amor pleno
deshacer los juramentos
y esas decisiones fuertes
es el desafío actual,
para poder estar libres
a una experiencia nueva
de permitir el amor.
Que mi vida se conmueva,
que el corazón lata fuerte
para expresar el amor
de una forma nueva y rica
que me de un sentido pleno.
A cada momento: el hoy
es lo que vale en la vida,
ni el ayer ni lo que ya fue,
ni un mañana que no sé
si estaré aquí para vivirlo...
Recuperemos el hoy
con la libertad interna
de ser libres y amorosas
en cada minuto
AQUÍ y AHORA.
Y si es que tuvimos hijos,
permanecemos unidos
en el ser que compartimos,
se haga presente o no
en la vida de aquél hijo.
Si yo puedo guardarlo
en mi propio corazón
con el amor que le tuve
cuando nuestro hijo llegó,
preservo a mi hijo sintiendo
que está completo y entero
y que en ese hijo respeto
aquello que sucedió.
Una forma de ordenar
nuestra energía interna
es reconocer a todo aquél que pasó
que tuvo un lugar en nuestra vida,
y ahora en el corazón,
pues nada de lo que ha pasado
debe pesar en el hoy.
Agradecer y soltar
todo aquello que pasó,
nos deja libres y listas
par abrirnos al amor.